La torre (post de relaciones)

Una enorme torre se perfila contra la noche, en un lugar de Godanet. La enorme mole, con multitud de pequeñas ventanas, tiene su acceso principal en un puente que conduce a una puerta de estilo japonés, al igual que la casa entera. No hay ni un alma cuando los Daims, nada más entrar en GodaNet, hacen acto de presencia allí.

Spoiler:

[FDDW: Cuando estéis censados podéis postear libremente hasta que yo vuelva a postear]

"Hora de irnos" me comunicó Ruksha mentalmente. La conexión que teníamos, tan estrecha, nos permitía hacer cosas como esas, aunque solíamos hablar normal. Pero en público eso conduciría a un escándalo, que era lo último que querría, y por ello lo hacíamos así.
Tras acabar la última canción de la disco me salí, despidiéndome de mis conocidos.
Tras un breve paseo por barrios de las afueras de New York acabé en casa, con mi daimonion posado en el hombro.
Me puse el casco de realidad virtual... y entonces me sentí verdaderamente en casa, en ese lugar en el que podía ser otra cosa distinta, redimirme de mis pecados en el mundo real... en ese lugar... era PHANTOM.


Me encontré en un puente, a la entrada de una enorme casona con las puertas cerradas a cal y canto. La noche lo dominaba todo, y había luz en la casa.
En un principio pensé en entrar atravesando la puerta, pero como muy bien me recordó Ruksha, sería preferible que esperase un poco a ver si alguien aparecía por allí

Llegue a casa de la universidad, y me encontré con Kurth en la puerta de mi casa, al parecer me estaba esperando, no le gustaba cuando me iba a la universidad ya que no me podía acompañar, ya que yo no quería que supieran sobre él y mis poderes.

Abrí la puerta y le hice señas a mi camarada para que entrara conmigo, entramos a mi cuarto y tire mi maleta.

-Ya es hora de ir Kurth- El gran dragón solo asintió con la cabeza, me senté sobre mi cama y me coloque el casco para entrar a GodaNet. En pocos instantes me encontraba en ese fabuloso mundo virtual, con un traje totalmente negro, algo elegante, pero era genial para mí, estaba encima de mi dragón enfrente de al parecer un templo japonés, aunque no era el único allí, en el puente del la edificación había un sujeto, no sabía que hacia ahí, ni tampoco me importaba.

-Vamos Kurth- Le dije mentalmente a mi compañero -Es mejor que esperemos un poco más Asbel, no sabemos que quiere ese chico aquí, ni tampoco porque aparecimos en éste lugar- Tenía razón, esperaríamos a ver, pero solo un poco no era muy paciente, Kurth dio unos paso atrás y cruzo sus brazos.

Spoiler:

Poco después de mi llegada, otro tipo vino a profanar este sitio, con un dragón de dos metros y medio, negro, que supuse su daimonion. Se pusieron cerca de mí, pero no me dirigieron ni una palabra. Les miré con curiosidad.
-No sería mejor que te presentaras, phantom?- me dijo mi daimon, esta vez ya en voz alta. Asentí, aunque tampoco me inspiraban mucha confianza. El hecho de que llevara un dragón me hacía suponer que sería fiero y salvaje, que sus armas no dejarían títere con cabeza.
-Me llamo... soy Phantom- Le saludé secamente. Luego, un poco más tranquilo, le pregunté mirando a la edificación:
-¿qué crees que es eso y qué hacemos aquí?- Posiblemente él tampoco lo sabía, pero tenía que intentarlo. Era una torre inmensa, y aún bajo el puente había más. Ventanas, carteles, tuberías, balcones y hasta escaleras se veían por el exterior. Había incluso árboles. A pesar de todo eso, el lugar quizás emanaba un aura de misterio que me echaba atrás a la hora de cruzar el puente. Y las puertas estaban cerradas a cal y canto...

¿Hoy vamos a GodaNet?, preguntó Nefftos, conociendo la respuesta.
Por supuesto que sí. ¿Qué más vamos a hacer si no?, respondí. Hacía un par de días que, entre una cosa y otra, no había podido entrar. Hoy que tenía tiempo no me lo pensaba perder.
Anduvimos el trecho que quedaba para llegar a casa sin hablar. Al llegar a destino, descubrí que no había nadie. Tanto mejor. Me puse el casco de realidad virtual y segundos después ya estaba en GodaNet.

Parece que tenemos compañía. No te confíes mucho, diría yo. Aunque deberías presentarte.
En efecto, a unos metros había dos chicos, uno con daimon dragón y otro igual al mío, que conversaban entre sí.
Me acerqué a ellos.
—Hola. Mi nombre es Micaela, y éste —señalé a mi daimon— es Nefftos. ¿Saben acaso qué hay ahí?

Volví la cabeza, para ver a una chica de mi edad un poco más atrás, que acababa de aparecer allí, con un daimonion halcón al igual que yo, también un poco confundida.
-Ehhh... no- balbuceé. No sabía lo que me pasaba. Normalmente con las chicas había sido abierto, mejor dicho, muy abierto. ¿qué me estaba pasando?
Un toque de mi daimon me despertó de mis pensamientos.
Los miré alternativamente.

-Quizás sea mejor ir a averiguarlo.
Me parecía que un grupo de tres era más que suficiente para entrar en aquél sitio, nos esperara lo que nos esperara.

Me encaminé hacia la puerta, mientras esperaba la aprobación de los demás.
Características:

Spoiler:

Las palabras pronunciadas por el tal Phantom (¿sería ese su nombre o habría oído mal?) no fueron muy alentadoras.
Pero parecen sinceras, intervino Nefftos, adivinando lo que pensaba.
Sí. A lo mejor sea muy buen actor, ¿no te parece?, respondí, desconfiada como siempre.
Puede ser. De todas formas, no hay nada más que hacer que tratar de ayudarlo a entrar a ese... edificio. Solos no podremos, así que por ahora deberíamos confiar en él.
Suspiré, resignada. Conocía a Nefftos y sabía que si yo no seguía a Phantom, él me obligaría a hacerlo tirando del vínculo que nos unía, y no quería someterme a esa tortura.
—Sí, quizás —respondí al anterior comentario de Phantom, siguiéndole—. De todas formas, no hay otra cosa para hacer. Este lugar está completamente vacío...
Me estremecí. ¿Qué me pasaba? A mí me gustaba la soledad, me gustaba el silencio... y sin embargo, ese lugar me inspiraba desconfianza.

[FDI: Raksha, el spoiler indica lo que hay que tener en cuenta a la hora de contestar a mi post ^^ habilidades, características, etc etc. Si miras el tema de características verás lo que hace la característica "impacto". Gracias por aplicarla]

- Los lugares en los que aparentemente no hay nada que hacer son siempre los más entretenidos- Sonreí.-¿no te parece?
La puerta estaba cerrada, y eso complicó bastante las cosas en el sentido de que ellos no podrían entrar, aunque para mí una puerta cerrada... pues como que no era nada.
-El hecho de que estén las puertas cerradas, micaela, debería de ser un problema. Para la gente normal. Pero no por nada me llamo Phantom. Mira.

Volviéndome intangible, la atravesé con la mano, provocándole un escalofrío.
"Intentando impresionarla, ¿eh?" Ruksha, tan mordaz como siempre.
No le hice ni caso, si no que seguí hablando con la otra daim mientras me acercaba al puente.

Me pasaba una cosa extraña, no lograba adivinar si era por la Torre. Un "nosequé". Pero ahora eso tendría que esperar. Avancé por el puente, seguido de mi daimon, deteniéndome a la mitad para darme la vuelta y preguntarle al otro:
-Vas a venir o que?

Habilidades y características:

Spoiler:

Me había desconectado del plano de GodaNet por estar viendo la torre, no estaba escuchando, hasta que sentí que me movía y un poderoso grito retumbo en mi mente.

-¡Hey! Vamos Asbel despierta no es tiempo de que tu mente se vaya, hay que estar atentos, acaba de llegar una chica, se llama Micaela, y el otro chico se llama Phantom, aunque debe ser un seudónimo, por lo visto los dos tienen daimons con forma de Halcón, entonces pueden ser amigos- Levante mi vista y vi a las dos personas, no parecían mayores de edad, por lo mucho tendría cada uno 16 años, que ironía andar con unos pequeños, no podía caer más bajo -Por cierto ese chico acabo de atravesar con su mano la puerta, no tiene ese nombre por nada- -Si entonces yo me debería llamar Shadow jejeje- -Vaya hiciste un chiste- -Cállate no hice ningún chiste, más bien camina que nos están esperando- -Oh que tierno ahora eres niñera- Gruñí y Kurth calló comenzando a andar hasta la puerta, al estar a la par con ellos era el momento de presentarme, aunque no quisiera, porque sino lo hacia Kurth me presionaría hasta hacerlo ya me estaba mirando para que lo hiciera, sentía que si no lo hacia me iba tirar al suelo y dejarme caminar.

-Asbel es mi nombre-

[FDI] se cierra sesión: puesto que sois los únicos censados y ya vais a entrar a la torre, es hora de que intervenga. Ahora comienza la carnicería.[/FDI]

Mirando hacia abajo, no pudieron contener un escalofrío. Una especie de mar rodeaba la gigantesca torre y pasaba por debajo del puente, bastante abajo. No sería agradable caer hasta allí, y posiblemente morirían.
Así pues, fueron pasando por el puente: Phantom primero, decidido, después la chica y a última hora se había decidido Asbel, que aún seguía en tierra, dispuesto a cruzarlo.

Entonces sucedió lo imposible: Una de las tablas del puente crujió, y se llevó con ella a los dos chicos hacia abajo.
Cayeron, al principio confundidos y luego aterrados, un trecho.

Asbel se había salvado, y aún estaba en el borde, perplejo por lo que acababa de pasar. Tenía que hacer algo por aquellos niños, aunque no le gustara el hecho de que Kurth le hubiese llamado niñera, entonces era algo más que eso.
Los niños estaban ya demasiado lejos para su daimonion, así que este no era una opción. Y si iba montado en él Kurth no soportaría el peso de tres personas. ¿qué podía hacer?

[FdI: No he atravesado la puerta, es más, ni siquiera he llegado jajajaj. Atravesé el cuerpo de Micaela]
El otro tipo se presentó como Asbel secamente y se empezó a mover cuando estábamos micaela y yo por la mitad del puente. Entonces pasó.
Nos caímos al vacío, llenado por un mar que parecía demasiado lejano como para llegar vivo.
Caí durante un trecho, junto a la otra daim. Mi daimonion caía conmigo, pero, al contrario que yo, que estaba aterrado, él estaba seguro y sereno.
- Tienes que usar tu habilidad, Phantom!
Entonces fue cuando dejé de gritar y pensé. Me había dado cuenta de lo que decía y de lo que quería decir.

Tras agarrar a Micaela con las dos manos bien fuerte, me concentré y dije en voz alta:
-¡¡SOLID AIR!!

El impacto hizo que estuviera a punto de soltarla, pero la volví a agarrar de las manos justo a tiempo. La levanté al pedacito de aire que había solidificado por unos momentos.
-¿Estáis bien?- Les pregunté a ella y su daimon.
Miré hacia arriba. Había un enorme trecho hasta tierra, desde donde nos miraba el otro daim.
Tenía que recuperar el aliento y comprobar que Micaela estaba bien para que me siguiera hacia la tierra otra vez. No podía evitar preocuparme.

Spoiler:

[FdI:Ah, ok ^^U No lo había leído xD]

Mientras caminábamos hacia el... lugar, el otro tipo, que parecía unos cuantos años mayor que Phantom y yo, vino hacia nosotros. Su nombre era Asbel.

Cuando estaba en el medio del puente, caí. Por un minisegundo disfruté de la caída, siempre me había gustado la sensación de caer al vacío, aunque sólo la había experimentado en sueños. Luego me acordé de que no estaba soñando, era real... iba a caer al agua.

Dah, ¡es agua!, se rió Nefftos, recordándome que no tenía que tener problemas con ello. En GodaNet podía controlarla. Volví a difrutar de la caída por otros milisegundos, pero Phantom (que hasta ese momento no sabía que estaba cayendo conmigo) me agarró de las manos y, de alguna manera que no acertaba a comprender, consiguío que la caída se frenara. Quedamos suspendidos... ¿parados en el aire? ¿Era eso posible?

Bueno, debe ser algo relacionado con la habilidad que consigue acá, aclaró mi daimon.
Cierto

—¿Estáis bien? —oí decir a Phantom.
—Perfectamente —respondí—. Ahora, ¿cómo vamos a volver a tierra? —pregunté, mirando hacia el puente. Asbel seguía allí.

Mire hacia los lados del puente que iba a pasar, y me entro un escalofrío por toda la columna vertebral, agorándome duro de Kurth, el dragón negro esbozó una sonrisa

-¿Acaso tienes miedo Asbel?- Le pegue un suave coscorrón -Eee…claro que no, me puedo salvar con mi poder, además tu puedes volar y salvarme ¿cierto?- -Jejeje si tranquilo- Solté un fuerte suspiro, y de repente mi temor se hizo realidad, una tabla cedió al peso, y los dos pequeños cayeron al precipicio, me baje de Kurth y me acerque al borde, tome una cantidad de mi sombra y cree un fino disco de oscuro y lo lancé a toda velocidad a los chicos, aunque estos estaban frenados en el aire, por lo visto se habían salvado, pero seguí manipulando mi disco hasta ellos, para que se montaran, no sabia si podrían subir con el poder que utilizaron.

-Móntense en el disco los subiré de nuevo-

Kurth me miro y sonrío -Tan lindo la niñera, cuidando a sus chicos- -Calla o me vas hacer perder la concentración, y si sigues diciendo eso te voy a tirar a ti y no te voy a ayudar- -Hazlo puedo volar- -Maldito- Espere a que los chicos tomaran su decisión de subir o no y luego haría lo mío

Spoiler:

El Solid Air funcionó, y mantuvo a los chicos en el aire el tiempo suficiente para que subieran al disco. Pero Asbel se distrajo, discutiendo con su daimon, y eso provocó que su disco se desestabilizara, volando hasta un lateral de la torre y ahí dejando caer a los chicos.
Éstos cayeron en un pequeño rellano de escalera que daba a una puerta de color verde, desvencijada. Cuando entraron por ella no pudieron por menos de mirar dos veces: Un hombre barbudo y con gafas oscuras dormía en una especie de camastro al fondo de la salita. Pero lo más inquietante no era eso: ¡tenía 6 extraños brazos, como una araña! ¿qué harían ahora los dos muchachos, solos y perdidos en aquella torre? ¿despertarían al hombre? ¿o, temerosos de lo que pudiera pasarles, lo dejarían dormir?

Spoiler:

Por su parte, Asbel, discutiendo con Kurth notó que el disco se había deshecho, y no pudo localizar a los niños, que ya se habían metido en la torre.
Con lo cual no le quedaba otra que hacer de niñera otra vez e ir a buscarlos, aunque esta vez con cuidado por si las tablas.

Me levanté. Cuando me había subido al disco, me había sentido como una perfecta inútil: cinco minutos en GodaNet y ya había sido salvada dos veces. A pesar de que ahora estaba enfrente de ese tipo extraño de doce brazos, casi lo prefería a ser salvada... no me gustaba tener que depender de los demás para sobrevivir.

Miré al tipo... sí, era extraño, pero eso no tenía por qué significar que nos fuese a hacer algo "malo". Por otro lado, nada garantizaba que no lo hiciese.

—Despertalo —dijo en voz alta Nefftos—. No hay otra cosa para hacer. Y aunque no estuviese de nuestra parte, somos dos contra uno.
—Cuatro brazos contra seis... —no pude evitar murmurar. Miré a Phantom—. ¿Vos que decís?

Me agarré al disco de sombras cuando éste se empezó a desestabilizar. Al final caímos a una especie de puerta, en un lateral de la casa. La abrí con cuidado, y después de que entráramos los dos, vi algo que me hizo salir los ojos de las órbitas. Un viejo con bigote y seis brazos dormía plácidamente en un camastro.
Nefftos, el daimon de Micaela vaciló sobre despertarlo o no, porque podía no ser amigable.

-quizás él sepa qué es esta torre- Ruksha había vuelto a acertar.
Debíamos arriesgarnos.

-Prepárate...

Toqué al hombre por el hombro, y mientras esperaba que no fuera un enemigo le intenté despertar.

Características

Spoiler:

Por dios se me habían caído los chicos por estar peleando con Kurth, le di una patada por la ira y lo mande a buscarlos haber si habían muerto o no, y de inmediato expandió sus alas y se fue en picada bajo el puente, viendo que los chicos si estaban bien, con un anciano un poco raro pero bien.

-Quieres que los lleve de nuevo arriba o te traiga aquí- -No tranquilo, con que estén vivos y en suelo ya van por su cuenta, además son dos, se pueden cuidar bien solos, sube y vamos por nuestro camino-

Kurth alzó vuelo y volvió conmigo, acto seguido cree un disco oscuro y me monte en él para evitar caminar por el traicionero puente, mi daimon me seguía al lado volando, al llegar a la puerta, le mandé a mi dragón la orden de que destruyera la puerta, en seguida Kurth lanzo un fuerte puñetazo para abrir el camino.

Spoiler:

Al intentar despertar al extraño hombre-araña, éste se revolvió, murmurando:
-¿ya es la hora? cada vez nos hacen levantarnos más temprano en este sitio...
De repente se despertó del todo, y se quedó mirando sorprendido a los chicos.
-¿Quiénes sois vosotros?¿Qué hacéis aquí?

Por el momento el viejo no parecía con ganas de atacar, sino más bien todo lo contrario.



Por su parte, Kurth cometió un grave error. Se intentó alejar más de la cuenta de su daim, lo que provocó que el vínculo que tenía tirase de Asbel, que cayó hacia el mar. Al darse cuenta de esto, Kurth intentó rescatar a su camarada, y volando lo llevó hasta la puerta del edificio.
Allí tuvo lugar la consabida conversación y El dragón le dio un golpetazo a la puerta, que sin embargo no cedió, abriéndose después de un poco con un chirrido lentamente.
El interior era una estancia dorada, con multitud de pisos, balcones y pasillos, que llegaba muy alto.
Antes de que las puertas se cerraran, Asbel y su daimonion pudieron ver una sombra con una máscara blanca en el puente, que les resultó extrañamente inquietante.

Los caminos principales eran: Un ascensor en el fondo, unas escaleras ascendentes y unos pasillos que llevaban a paradero desconocido. ¿cuál tomaría?

Cuando Kurth emprendió su vuelo a los pocos instantes sentí un jalon sobre mi cuerpo haciéndome caer al vacío.

-Auxilio Kurth me caigo, me voy a romper el cu…- [color=red] No termines esa frase ya voy por ti-[b] En unos segundos me encontraba en los brazos de mi dragón. Se me había olvidado el vínculo que existía entre los dos, no nos podíamos separar porque los dos éramos un único ser.

Mi compañero me dejo en la puerta, me pregunto si era prudente dejar a los chicos, pero eso no nos incumbía ya estábamos en nuestro camino, entonces le dije que abriera la puerta de un puñetazo, pero antes de lanzarlo me bajé. Kurth le dio un fuerte golpe a la puerta, aunque esta no cedió, me reí burlonamente de mi camarada mientras lo miraba [b]-Jejeje…que paso se te fueron las fuerzas del susto- -Cállate ya vas a ver- Dejo salir un gruñido y mando su mano derecha hacia atrás para tomar impulso, sin embargo antes que lanzara de nuevo su golpe la puerta se abrió lentamente con un chirrido de típica película de terror -Te lo dije pequeño- Sonrío el dragón al ver que no tuvo que soltar otro golpe y también de ver mi cara de enojo. Solté un suspiro y comencé a caminar para entrar, pero al pisar el suelo de la torre las puertas se cerraron atrás de nosotros, pero a lo lejos se vio una extraña figura, como analizándonos, ¿Sería el jefe del lugar? No lo iba a saber quedándome ahí parado. Avance más en el templo y pude apreciarlo bien, una estancia hecho por lo visto de oro puro o por lo menos de color dorado, pero lo importante es que para los ojos era asombroso, al igual de lo alto de su balcones, ahora por donde comenzaríamos a inspeccionar.

-Kurth te parece si vamos a los pisos superiores a ver si encontramos al gran jefazo y averiguamos para que esta torre aquí-/[i] [i]-Si tu lo dices, pues vamos por el ascensor llegaremos más rápido- Mire el ascensor y luego al dragón negro, viéndolo de arriba a bajo -Que paso-{/i] [i]-Lo siento Kurth, pero dudo que el ascensor logre aguantar tu peso- Kurth bajo su mirada y se vio -Mejor vamos por las escaleras no quiero que te espantes cayendo como hace un rato- Por lo visto se había desquitado por haberme burlado de su peso, sonreí y comencé a subir las escaleras a la máxima velocidad que podía, junto a mi compañero que fue volando ya que no me seguiría el paso a pie, por lo cual cree un disco oscuro me monte en pleno camino y seguí a la par con Kurth directo al ultimo piso o hasta que nos encontráramos con algo interesante.

Spoiler:

El viejo se nos quedó mirando, sorprendido. Y despistado. A mí se me hacía un vejete inofensivo, con sus anteojos oscuros y sus brazos larguiruchos.

-Quizás debas decírselo... de todas maneras, somos más fuertes que él, eso lo sabemos.
Ruksha volvía a las andadas con sus comentarios mordaces. La agarré del pico para que se callara.

Me dirigí al viejo, que parecía como si realmente se acabara de despertar.

-Yo soy Phantom, y ella es Ruksha, mi daimonion. ¿Quién es usted y qué sitio es este?

Las preguntas se agolpaban en mi mente, y de repente recordé que habíamos venido con otro, un hombre de 20 años con un dragón. ¿dónde estaría?
Mientras yo hablaba, mi daimon habló con Nefftos:
-¿Qué crees que habrá hecho el otro chico? El del dragón... ¿se habrá marchado? Yo creo que sí. No tenía muy buena pinta... Estamos solos.
La verdad es que ni Ruksha ni yo teníamos problemas en estar sólos, pues nuestros poderes nos bastaban para sobrevivir. Y además no estabamos solos. Estábamos con ella. Con micaela y su daimon.

Spoiler:

El tipo no me pareció agresivo en absoluto. Cierto, podía haber estado fingiendo, pero era muy raro que uno se levantara haciendo de cuenta que era inofensivo sin saber que no estaba acompañado por un conocido.
Mientras esperaba las respuestas del... mutante, Nefftos se puso a hablar con el otro daimon.

-No sé qué habrá sido de él, pero tengo la sensación de que a él no le importa mucho lo que nos haya podido pasar a nosotros. Sí, intentó salvarnos, pero no tiene por qué interesarse más que por sí mismo. Apenas le conocemos... ya nos cruzaremos con él dentro de este lugar. Quizás no, no me parece muy relevante.

En otras palabras, te importa un bledo lo que le haya pasado, le burlé mentalmente.
No tanto como eso, pero no me afecta.
Nos salvó la vida, aunque nosotros hubiésemos podido solos, Nefftos. Le debemos una.

- ¿tu daimonion? JAJAJAJA... ¡bonito nombre para una mascota parlante!- El viejo soltó una carcajada cascada, tras lo cual volvió a mirar a los niños.
-Phantom, ¿eh? o soy Huraji, y soy el empleado de las calderas de este sitio. Vosotros no deberíais estar aquí, pero eso da igual. Mirad todos estos cajones- señaló a las paredes de la habitación, abarrotadas de cajones cerrados.- Son sales, y otros ungüentos. Yo soy el encargado de prepararlos cuando me llega algún pedido. Aunque hace una eternidad que no hay ninguno. Esta torre ha sido un montón de cosas, aunque recuerdo que hubo una vez que fue casa de baños. Un humano, como vosotros, se metió aquí y casi no lo cuenta. Aunque eso no importa.

En ese momento cayó una tarjeta roja por un agujero del techo. sujeta a un cordón.
-¡Mira qué bien, parece que esto vuelve a funcionar! Marchaos, tengo mucho trabajo y aquí sólo estorbáis.- Y, dicho esto, alargó un brazo (literalmente) hasta llegar a un cajón, y otro a otro... se ve que podía estirar los brazos todo lo que quisiera. Una gran ventaja.

Los chicos se marcharon, y en la siguiente sala vieron un ascensor de madera, al que se subieron. Unos pisos más arriba, el ascensor pareció expulsarlos, se abrió sólo y salieron. Estaban en un pasillo de estilo japonés (como todo lo que habían visto antes), con todas las puertas cerradas y todo a oscuras.
De repente, de refilón, pudieron ver una especie de sombra enmascarada, pero que desapareció en cuanto miraron.


Por su parte, Asbel, tras subir 3 tramos de escaleras agotó el disco. Era cierto que era muy útil, pero había que tener en cuenta que estaba hecho de su propia sombra. Y esta era limitada, así que tendría que esperar un rato antes de que volviera a poder usarla.
Estaba en uno de los pisos con vista al centro de la casa, y desde ahí podía ver que aunque no era todo de oro, el color dorado persistía.
Mirando por el balcón, no se dio cuenta de que a sus espaldas había alguien. Alguien muy, muy, muy sigiloso. Y algo más.

Entonces una mano con una daga salió volando de las sombras, y aunque lo intentó, asbel no fue lo suficientemente rápido como para detenerla.
Lo hizo Kurt.
-¿Quiénes sois y qué hacéis aquí?
Tras el hombre, vestido de negro y con un antifaz, había tres pares de ojos rojos, en las sombras.

[FDI: Huelga decir que la sombra es la misma que la de asbel, no?]

No hice caso a la ignorancia del viejo, que parecía amigable. Un daimon no era algo fácil de comprender.

-No deberíamos hablar tan a la ligera de él. Yo creo que habrá entrado hasta aquí. Aunque estoy contigo en que no parecía muy amigable.

Ruksha seguía en su conversación con el otro daimonion.

De pronto, pareció volver a activarse el sistema, porque cayó una tarjeta roja y el viejo nos echó de allí, diciendo que tenía trabajo. Mientras me iba, pude ver cómo alargaba el brazo de una forma imposible. ¿qué más cosas extrañas podría hacer ese -en teoría apacible- viejecito? Me apresuré a salir por donde nos había indicado. Un almacén era lo que había, lleno de sacos y cajas. Lo cruzamos y llegamos hasta un ascensor antiguo, de madera y con pinta de montacargas.

No conté los pisos (porque no había ningún indicador dentro del ascensor), pero al llegar a una altura determinada, el artefacto nos "echó" literalmente. Me extrañaba mucho todo eso... Esa torre parecía una casa encantada.


Miré hacia los pasillos que teníamos delante, todos oscuros con puertas y paredes japonesas cerradas. Me encogí de hombros. No podíamos hacer nada más que seguirlos.
- Vamos.

A medio pasillo, pude detectar una cosa extraña, una especie de sombra que nos miraba tras una máscara blanca. ¡Alguien! Pensé que o era amistoso como Haraji, o enemigo. Si era de los primeros, necesitabamos saber qué era aquella torre, y qué hacíamos allí. Si era enemigo... obviamente necesitábamos defendernos.

Pero cuando miré desapareció. Fruncí el ceño. Posiblemente fuera un fantasma... pero tenía que averiguar, de todas maneras, qué hacía allí.

-¿Hola?
Me acerqué a donde lo había visto, y utilizando mi habilidad para ser intocable, atravesé con la cabeza la pared, para mirar a ver si estaba.

Spoiler:

Luego de que el extraño anciando nos echase y el ascensor nos expulsase, anduvimos por un pasillo unos metros. En un momento, me pareció percibir una extraña sombra, pero no pude comprobarlo.
Al parecer, Phantom había visto lo mismo, porque atravesó la pared por el mismo lugar donde yo creía haber visto la "cosa".

-¿Será buena idea buscarle? Creo que lo mejor que podemos hacer es dejarle tranquilo. A lo mejor no nos haga nada, pero dudo que nos sea muy útil -me acerqué a Phantom-. ¿Qué ves?

-Deberíamos seguir -opinó Nefftos, sin dirigirse a nadie en particular-. Si al notar que le vimos desapareció significa que no quiere ser visto... quizás si le perseguimos se ponga agresivo. Y no sabemos qué es, podría tener cualquier tipo de habilidades. O quizá no tenga ninguna. Pero mejor prevenir que curar, ¿no creen?

Cierto. Pero si no nos arriesgamos, ¿qué diversión hay?, le comuniqué mentalmente a Nefftos.
Si te matan, ¿qué diversión hay?, retrucó.
Hmm...

Mi disco me hizo acender unas cuantas escaleras hasta que se desvaneció, y por poco choco contra el suelo si no fuera por Kurth.

-¿Qué pasa chico ya te cansaste?- -No es eso, aun no domino del todo este poder, y el único suministro que puedo utilizar es mi sombra, la cual se a agotado tengo que esperar unos instantes antes de volver utilizarlo- -Entonces te tengo que llevar- -No reproches y limítate a hacerlo- Kurth solo sonrío y siguió volando conmigo en sus brazos.

Llegamos a uno de los pisos superiores, me baje de los brazos de mi compañero y revise el cuarto, no era la gran cosa, lo único sorprendente es que me dejaba ver el centro de la edificación desde arriba, lo cual me deja apreciar mejor la estructura, me acerque a la baranda del balcón mirando el abundante color dorado del lugar. Mala idea descuidarse en un lugar desconocido.

-¡Atento Asbel!- La voz de mi dragón llamó mi atención, girando sobre mi eje, viendo una daga tirada en el piso, un sujeto vestido de negro con antifaz, y tres pares de ojos rojos detrás de él, no me había percatado de su presencia, yo pensaba que yo era silencioso, pero noté que aun me faltaba poco.

-Tranquilo, no vengo con ánimos de atacar a nadie, yo soy Asbel y este dragón es mi compañero Kurth, solo vinimos a investigar esta torre, nunca la había visto y quería saber que hacia aquí-

-Kurth estate atento a cualquier movimiento, aun no puedo hacer nada de control sombrío, por ahora tendrás que protegerme, hasta que pueda volver a atacar- -Tranquilo no tienes que repetírmelo, y por cierto no debiste decirle nuestro nombres- -No te preocupes no vivirán para contarlo, y si lo hacen tendrán demasiado miedo para volver a pronunciar esos nombres- -Jajaja…canalla- Los dos sonreímos sin mirarnos, acto seguido Kurth dio un paso quedando detrás mío, desplegó sus las dejándolas totalmente abiertas y sus brazos cruzados, dando una apariencia imponente, mientras yo levantaba mis manos en son de paz, aunque era una cuartada para hacerme tiempo para volver a utilizar mi poder.

Spoiler: